La educación como bien de consumo, o un derecho social?

Antes de responder a esto sería bueno aclarar que es un bien de consumo.

Para ello, vamos a descomponer cada palabra, de esta forma, por un “bien económico” se entiende “todo aquel objeto o servicio que, además de satisfacer una necesidad humana, se adquiere en el mercado a través de un pago o contraprestación. Un bien económico y también un bien escaso. Esto significa que no es ilimitado y que por tanto se puede acabar, por eso tiene un precio. Este tipo de bienes son además materiales e inmateriales.”

Primero que todo, esta definición, considera desde lo tangible a lo intangible, en este sentido muchas veces es más fácil ver lo tangible, como la ropa, un auto, un juguete, calzado, línea blanca, comida, etc. De lo intangible no podemos establecer una conexión muy clara, pues no tenemos muy claro su efecto, pues el efecto de lo tangible se traduce en “satisfacción”, “comodidad”, “estatus” y la tan controversial “felicidad”, incluso si lo analizamos desde la perspectiva del alimento “engordar”, “tener diabetes”, “presión alta”, son parte de los efectos o consecuencias de una dieta con determinadas características.

El plano físico es inmediato, y por lo general lo disfrutamos. Ir al mall, comprar cosas, comer, lo disfrutamos, sin embargo, ir al dentista, no esta tan lleno de satisfacción, pero si es muy necesario y disfrutamos cuando existe la posibilidad económica de llevarlo acabo, cuando tenemos una formación sobre la higiene claro.

Esa formación sobre la higiene, tuvo un costo, para nuestros padres, sacrificaron horas y horas de dinámicas y charlas, para hacernos entender que el tener una dentadura sana por un tiempo prolongado, gracias al cepillado y las visitas al dentista, eran muy importantes. Para nosotros?? Esto fue gratis, como lo fue para el estado. Esto nada más es producto del amor, y el temor a que a nuestra corta edad, tuviéramos problemas caros de resolver con el dentista.

Seguimos con los bienes, dentro de su clasificación, estos pueden ser “bienes libres” en esta línea esta el aire, el oxigeno, la arena, el sol, la lluvia, entre otros.

Vamos con la palabra “consumo”, el consumo puede darse en distintas dimensiones del ser humano, por ejemplo, en una dimensión intelectual, física, emocional y espiritual. Pero que finalmente las llevamos acabo en dos enfoques que son, lo tangible y lo intangible. De esta forma “desgastar” o gastar, tiene implicancias desde lo tangible y lo intangible, pues tenemos desgaste de bienes y recursos, así como tenemos desgaste emocional o físico.

Por ende, pensar en que la educación, es un bien, es perfectamente válido, así como pensar que es un derecho.

En un sistema social globalizado, es importante entender que la estandarización de procesos, sostenibilidad, y desarrollo humano, son factores a los cuales se le intenta dar relevancia y desarrollo, pues la responsabilidad de cada país en una economía global son claves para la sobrevivencia de nuestra especie.

Sin embargo no existe un consenso maduro, sobre que queremos normar o regular.

Si quisiéramos normar el exceso, estaríamos hablando de valores, a cuantos le importan los valores??,  quien decide si es importante o no??, hoy en esta comunidad sobre los excesos se vela sobre intereses particulares y no colectivos, por ejemplo, es un exceso ganar 100 veces un sueldo mínimo?, es un exceso fumar una cajetilla diaria?, es un exceso usar marfil como joyas?, es un exceso destinar 40% de tu sueldo en carretes?, es una exceso que cada casa tenga una piscina?, es un exceso que un pueblo que lucha por ordenar y obtener la calidad de vida que tiene, deba recibir a cuanto extranjero ve una oportunidad, dado que en sus países no lo han logrado??. Frente a esto, nos podemos poner deacuerdo?. Es complejo pensando que en educación hoy, más de 295 mil 365 estudiantes extranjeros están inscritos para rendir la PSU.

Qué ocurre? Acaso si ofreces educación gratuita entre otros beneficios, no incentiva a otra a llegar como migrantes?. Tenemos una oferta al mundo?. Acaso el globo es una vitrina más de mercado, en donde se tranzan oportunidades de adquisición e inversión personal?. Es válido preocuparse?, si quienes han vivido por años, generación tras generación lucharon por estos beneficios, para tener una mejor opción en su país, lleguen “las consecuencias” de gobiernos que están peor que nosotros, en masa?.

Esta oferta atractiva en educación, genera demanda, y no solo local se instalo la normalidad de la migración en base a proyectos propios e incentivos de los gobiernos. Curiosamente, un concepto clave en las interacciones de mercado.

El concepto de educación es tan noble, que para algunos es simple pensarlo como un bien libre, como el agua, la arena, etc. Pero es más complicado.

Porque importa tanto educarnos? Para ser mejores personas?, para ser mejores seres humanos? Para ser un profesional y lograr obtener una acreditación?, para tener una mejor renta?. En las bases, en la edad de formación hasta los 18 años, puede que sea clave la educación, para forjar el carácter, los valores y nuestro desarrollo multidimensional (IFEE). Pero en la educación superior que se pretende? Darles a todos un carton para que tengan la posibilidad de ser considerados “personal calificado” y ganar a precio de mercado lo establecido por la “economía”?, pues siendo así, lo triste es que la balanza seguirá equilibrándose, como la adquisición de cualquier bien de consumo. Abriendo un nicho de mercado diferente, que busque marcar la diferencia, surgirán los Magister, Doctorados, Diplomados, que ya no serán gratis, y si usted esta bajo esa curva, su sueldo seguirá siendo de un promedio, vs quienes buscaron la igualdad, pero que en realidad si querían diferenciarse.

La educación gratuita no existe, alguien más la paga, y efectivamente considerando el costo de tenerla, y de que una casa de estudio (educación superior) que recibe a 100 estudiantes de gratuidad, debe mantener sobre todo de primer año a segundo año, un 70% o por lo bajo un 60% de retención, para proyectar de mejor , manera “el negocio” los alumnos lo saben, y hacen su juego mercantil, señalando por fuera que la educación no es un bien, pero actúan de lo más bien “como clientes”.

La educación gratuita debiera ser un derecho de niños y jóvenes, desde el kínder hasta la media, usted como joven con proyecciones económicas orientadas al lucro o no, debieran ser una opción para todos, con más facilidades, pero gratuita?. Termina siendo un costo y un riesgo muy alto por asumir, pero con buenos dividendos para la lucrativa industria de la demagogia y la política. Sucumbe la calidad.

Por Juan Carlos Andrade Araya, Educación en consumo y Marketing responsable.